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(FOTOGRAFÍAS)

ASÍ NACIÓ LA CASA DE LA CULTURA

OCTAVIO PÉREZ CRISTOBAL

Médico y Exdirector de la Casa de la Cultura, Tlaxiaco, Oax.

Quince años de Trabajo en la dirección, hacen de Don Octavio un personaje importante para Tlaxiaco. Fue bajo su dirección que la Casa de la Cultura vivió uno de sus mejores momentos.

La fundación de esta Institución se da en 1978; el motivo, la visita de un grupo de artistas plásticos, y periodistas que visitan Tlaxiaco bajo el patrocinio del CBTis, Presidencia Municipal y personas que se quisieron involucrar, para realizar la “SEMANA CULTURAL DE TLAXIACO”.

La ciudadanía se motivó mucho y al final de la semana, nos reunimos para platicar y nos dimos cuenta que en Tlaxiaco, no existía una Institución que vigilara todo en que hacer cultural.

Así se fueron reuniendo en el domicilio del Sr. Ángel Ramírez, en “El Jacalito”. Después era tanta la asistencia de las personas que ya no cambiamos en el local de Don Ángel, de manera que el Sr. Enrique Simancas, nos invitó para reunirnos en el Cine Reforma. De manera que se formó un Patronato Procasa de la Cultura el 13 de abril de 1978, conformándose de la manera siguiente:

Doc. OCTAVIO Pérez Cristóbal, presidente; Profr. Joel Hernández Blanquel, secretario; Srita. Ma. Elena Hernández Manzano, Tesorera; y Vocales: Sra. Anastasio Sánchez de Downs, Dr. Oscar Ramírez Bolaños, Profr. Alfonso Vásquez, Sr. Ángel Ramírez Jiménez, Profr. José del Carmen García y la señorita Dora Ramos; Lic. Rogelio Audifred, asesor jurídico; Ing. Jesús Cruz Hernández, asesor técnico; Sr. Enrique Simancas Chávez, coordinador.

A este patronato se le dieron directrices, se tomó datos y se empezó a jerarquizar los números que se habían señalado en la asamblea.

El primer punto fue la protocolización del Acta Constitutiva de la Casa de la Cultura. Esto se efectuó el 9 de mayo a las 10:00 hrs.

El segundo punto fue adquirir un local en arrendamiento para realizar todas las clases. Este local lo adquirimos en la esquina de Hidalgo y Fray Calderas.

Como tercer punto indicaron que se debería hacer gestiones ante el Gobernador y el Director de Educación para un subsidio y apoyo económico y así seguir trabajando, porque en un principio todo salía de nuestras bolsa y de algunos eventos que realizábamos para crear fondos, como funciones de cine, noche discos, etc.

El 13 de diciembre de 1978, por acuerdo del C. Gobernador C. General de División Diplomado del Estado Mayor Eliseo Jiménez Ruiz, nos autoriza a la reciente Casa de la Cultura.

El cuarto punto fue gestionar ante las autoridades del Instituto Nacional de Bellas Artes, para que nos integraran al sistema estatal y nacional de Casa de cultura.

Estas gestiones dan como resultado que el 5 de enero de 1991 el Lic. Pedro Vásquez Colmenares, entonces Gobernador del estado, forme un convenio con el Presidente del Instituto Nacional de Bellas Artes, el Lic. Juan José Bremen.

Este convenio es firmado en la ciudad de Oaxaca ante la presencia del artista plástico Rufino Tamayo.

Así fuimos integrados y reconocidos a Nivel Nacional. De tal manera que la Casa de la Cultura es inaugurada el 18 de junio de 1978 y a través de las gestiones que se realizaron, la Casa de la Cultura Oaxaqueña nos mandó el grupo completo de la Guelaguetza. El espectáculo fue presentado en uno de los patios de la Secundaria “Leyes de Reforma”.

Después seguimos luchando para que la Institución tuviera un edificio propio, así localizamos la casa en el actual predio y que sirvió como Centro de Salud, Hospital y almacén de la Secretaría de Salubridad.

Encontramos la casa en pésimas condiciones, en realidad era un inmueble abandonado. Gestionando este local logramos que la Secretaría de Salubridad nos lo diera, por lo que acudimos al notario y fue quien avaló y nos otorgó el documento en donde se señala el local como propiedad de la Casa de la Cultura.

Después seguiría el limpiar y adaptar el edificio. Nos encontramos con el sótano lleno de escombros y de material inutilizable del Centro de Salud. Esa cantidad de escombros se utilizaron para construir el foro de teatro.

Para seguir avanzando pensamos hacer la Biblioteca de la Casa de la Cultura. Así mejoramos esa área que se le iba a destinar; metimos vigas, duelas, colado y piso a base de tablones. En aquel tiempo fue la única con la que contaba Tlaxiaco.

Compramos libros con los temas más solicitados por los jóvenes en las escuelas; era satisfactorio ver como se llenaba la Biblioteca todos los días.

La primera planta de maestros fueron los siguientes:

En danza, la profesora Inés Teresa Montes; en música, el profesor Carlos Montes, Ignacio Pérez Murcio y Ángel Ruiz Jiménez; en artes plásticas, el profesor Allen Downs.

Después estuvieron otros maestros, como la Profesora Julia Feria, quien llevó al grupo de danza a la Guelaguetza en su primera participación el lunes 29 de junio de 1991. Fuimos muy felicitados, porque entramos por primera vez, hicimos una buena presentación. El Lic. Heladio Ramírez, nos felicitó y se emocionó tanto que dijo: “Ustedes llegaron para quedarse”, y ha sido así, porque hasta la fecha la delegación de Tlaxiaco sigue presente.

Después que fui presidente de la Casa de la Cultura me dediqué en cuerpo y alma, para cumplir con todos los puntos de protocolización del patronato, logramos reconstruir su local propio y mantener una buena imagen.

Logramos poner sanitarios en función. Montamos en vitrinas colección de 2000 piezas de plomo, artesanías en miniatura, obra donada por el Sr. Vázquez.

Logramos el entarimado de taller de danza y compramos un piano nuevo. Contábamos con dos proyectores y dos aparatos de sonido.

El Gobernador Lic. Heladio Ramírez López nos donó los instrumentos para la banda de música, la tuba fue lo último en donar. Ya contábamos con clarinetes y algunos instrumentos más, pero con la donación del gobernador, llegamos a tener el equipo completo.

Para el taller de danza contábamos con todos los trajes regionales y nacionales y en especial, teníamos el traje con el que se baila en la Guelaguetza.

Podemos contarles, también, de las muchas satisfacciones que nos dieron los alumnos de los talleres, y el esfuerzo y entrega de los profesores. Por ejemplo, el taller de teatro, que estaba a Cargo del Sr.  Simitrio Robles, fue a concursar el Tuxtepec. El Taller estaba conformado por gente del Barrio de San Diego. Compitieron con la Universidad y la Casa de la Cultura de Veracruz y se trajeron el primer lugar.

En música, el que realmente fundó una estudiantina de señoritas fue el Profr. Carlos Montes y el Sr. Mauricio, quien nos apoyó mucho.

La función de la orquesta y después de banda de música, fue por el Maestro Cruz Herrera.

Los sones y bailes que tocan en la Guelaguetza fue adaptado y mejorado por el Maestro Cruz, además la instrucción y despedida de “los sones y jarabes de la región de Tlaxiaco” son obras de él.

Hemos contado, también con grandes personajes como Rufino Tamayo, quien en una ocasión vino a conocer la tierra de su mamá que vivió en el Barrio de San Miguelito y no perdió la oportunidad de conocer la Institución.

Así, como él nos visitaron celebridades importantes por invitación de la Casa de la Cultura, como Tania Libertad (en conciertos), Roberto Damivo; un gran teatrista, Susana Alexander, etc.

La participación de nuestros talleres era bien vistas, nuestros grupos de danza, guitarra y música no solo estaban en Tlaxiaco, sino hacían recorridos por Putla, Pinotepa, Puerto Escondido, Salina Cruz, Tuxtepec, Juchitla, etc.

En danza tuvimos triunfos completos, porque no solo participamos con cuadros de los estados, sino que también participaban triquis con sus bailes típicos.

Llevábamos a personas de la tercera edad de Yucuñama para que bailaran las danzas que habían aprendido y bailaban desde niñas.

En fin, el trabajo fue grande y satisfactorio. Logramos hacer mucho en la casa de la cultura durante 15 años, desafortunadamente este proyecto que inicié acompañado de varias personas, solo trabajaron al final la Srita. María Elena Manzano y el Sr. Enrique  Simancas.

Sin embargo, todos trabajamos juntos, el patronato y los jóvenes del servicio social, por eso la Casa de la Cultura se mantenía en muy buenas condiciones, tanto físicas como académicamente.

Tuve que dejar la Casa de la Cultura por causa de algunas personas que estaban inconformes por no ser originario de Tlaxiaco y por los años que llevaba al frente de la institución. De manera que dejé todo bien documentado en actas correspondientes de todo con la que contaba la Casa de la Cultura.